Las válvulas de arranque progresivo es un componente neumático que permite la entrada de aire en el circuito de forma gradual, evitando así las aperturas forzosas de presión excesivas. Un sofisticado sistema de válvulas internas permite dos etapas separadas de funcionamiento. Durante la primera etapa, sale de la válvula de arranque progresivo una cantidad de aire que se puede regular mediante un pasador.
La segunda etapa se pone en marcha cuando la presión aguas abajo vuelve a alcanzar entre el 40 y el 60% de la presión aguas arriba, durante la cual se alcanza el defecto de puerto completo. Cuando se desactiva el mecanismo, se corta el flujo de aire y se alivia el circuito de aguas abajo. La válvula de arranque progresivo es especialmente útil en máquinas en las que es importante evitar que los actuadores o periféricos se muevan rápidamente y sin control, o en las que, por razones de seguridad, la entrada de aire debe ser suave y gradual.
Sin embargo, si hay una fuga importante en el sistema de aguas abajo, puede que nunca sea posible alcanzar la presión necesaria para abrir la válvula por completo. En el caso en que sea necesario purgar rápidamente el circuito de descenso, basta intervenir en la válvula de mando, que interrumpe el flujo de aire en el conducto provocando el cierre de la válvula y la puesta en purga del circuito de descenso.
De esta forma el arrancador progresivo desarrolla la doble función de posicionar de los actuadores, eliminando el riesgo de bruscos contragolpes y de válvulas de seguridad descargando rápidamente, mediante el mando a distancia, el circuito servido. Para fijar el tiempo de la puesta en presión, se usa el regulador de flujo incorporado.
Las presiones que soporta la valvula de arranque progresivo son las estandar en la industria 10 bar, y demínima 3 bar. Podemos tener caudales de 900 l/min hasta 4800 l7 min. Las válvulas de arranque progresivo se usan en todo tipo de industria donde la seguridad de cualquier dispositivo o máquina quiera estar garantizado por movimientos muy bruscos de cilindros, los cuales pueden causar muchos daños.
Las válvulas de arranque progresivo neumáticas son seguras, no producen calor en en exceso. El aire comprimido que se usa para mover los cilindros neumáticos, no generan golpes de ariete, por lo que reduce las averías o daños en los equipos.
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