¿Sabes cómo elegir correctamente un manómetro?
Existen multitud de variantes de manómetros específicos para cada situación. Para ello los compradores pueden orientarse con algunas de las siguientes características
1. El tamaño
El diámetro de la esfera de un manómetro típico oscila entre 6,4 cm y 15,2 cm. Se debe elegir en función de los propios requisitos de legibilidad, espacio y precisión. Además, también es considerable el tamaño de la conexión final, el cual determinará qué tamaño de manómetro se precisa.
2. La temperatura
La temperatura del medio condiciona los materiales del manómetro en contacto con el ambiente (latón, acero inoxidable, aleación de níquel, etc.). Por ese motivo, cuanto más baja sea la temperatura ambiente, un medidor lleno de líquido probablemente sea la elección correcta. Por el contrario, si la temperatura exterior supera los 60ºC, debería elegir acero inoxidable.
3. La aplicación
El tipo de industria donde se ubica el aparato también condiciona sus características.
Los medidores para aplicaciones de agua potable deben estar libres de plomo, mientras que las industrias de procesos como las refinerías y las farmacéuticas requieren instrumentos de procesos industriales. Los tanques de gas criogénicos requieren medir tanto la presión diferencial como la de servicio, y para el servicio con oxígeno, que estén limpios de aceites y grasas. Los manómetros utilizados en procesos sanitarios deben higiénicos. Los gases altamente agresivos que se utilizan en la industria de los semiconductores hacen que estas aplicaciones precisen manómetros de ultra alta pureza (UHP). Además, algunas aplicaciones requieren homologaciones especiales.
4. El medio
El medio en contacto con el manómetro condiciona el material con el que éste se diseña.
Un manómetro de latón (aleación de cobre) es adecuado para el agua, el aire u otros líquidos o gases no agresivos. Sin embargo, el gas ácido (sulfuro de hidrógeno), el amoníaco, la creosota y otros productos químicos agresivos requieren materiales resistentes a la corrosión como el acero inoxidable o una aleación de níquel-cobre.
A su vez, el medio también afecta al llenado de la caja. La glicerina es el fluido de llenado estándar para entornos no oxidantes, mientras que los medios altamente reactivos requieren un aceite inerte.
5. La presión
El tipo de manómetro depende de la medición: presión relativa, presión absoluta o presión diferencial.
También hay que tener en cuenta el rango de operación de la aplicación. Generalmente, se debe seleccionar un manómetro cuyo rango sea 2 veces la presión de servicio óptima, ya que esto asegura el mejor rendimiento. Los manómetros estándar pueden trabajar hasta 20.000 psi (1.600 bar), y los especiales, hasta 87.000 psi (6.000 bar). Para mediciones de baja presión, un manómetro de cápsula detecta pequeñas diferencias de presión en milibares (mbar), milímetros de columna de agua (mmH2O) u onzas por pulgada cuadrada (oz/pulgada2).
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