El acero inoxidable, el mejor aliado de la industria alimentaria
¿Qué es el acero inoxidable AISI-316?
Es la segunda forma más común de acero inoxidable. Tiene propiedades físicas y mecánicas y una composición similar a la del acero inoxidable 304, cromo y níquel austenítico.
La única diferencia es que el acero inoxidable 316 incorpora de 2 a 3% de molibdeno, convirtiéndolo en una aleación más resistente a la corrosión, a las picaduras en soluciones de iones de cloruro y a altas temperaturas en comparación con la aleación 304.
¿Por qué usar acero inoxidable en la industria alimentaria?
La combinación perfecta de níquel, magnesio, acero y cromo aumenta la resistencia a la corrosión general, mejorando la resistencia a temperaturas elevadas.
- Alta resistencia. Los altos niveles de níquel y cromo hacen que sea extremadamente resistente al calor y al frío. Soporta el uso diario y, sin importar la temperatura, no pierde la forma ni se desgasta. También, soporta la humedad y la corrosión, siendo imposible que se consuma con el óxido.
- Libre de contaminación. Al no corroerse se vuelve un material muy higiénico para la industria y garantiza que los alimentos no sean nocivos para la salud.
- Flexibilidad en forma y uso. Es capaz de adaptarse a diferentes formas y grosores, además de resistir a presiones, golpes y cambios de temperatura.
- Fácil limpieza, debido a su superficie compacta y poco rugosa. Se puede limpiar en profundidad sin verse alterado el material, facilitando la eliminación de bacterias.
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